Puerto de Sagunto en fiestas: violencia machista, consumismo y maltrato animal.
Agosto es un mes señalado en Puerto de Sagunto. Mientras que el sector industrial se encuentra en la parada técnica por mantenimiento y los centros educativos de vacaciones, comercio y hostelería se hallan en plena campaña estival y en la playa no cabe ni un alfiler. Por lo tanto, tenemos todos los ingredientes necesarios para celebrar las fiestas patronales por todo lo alto...o no.
La infiltración de la ideología y cultura neoliberal en los barrios obreros ha transformado los espacios populares donde socializaba la vecindad (como lo eran las fiestas del Puerto de Sagunto) en eventos mercantilizados por las grandes marcas donde las peores conductas neoliberales se ven reproducidas y amplificadas. Cualquier evento de masas, véase el fútbol o el turismo, es sistemáticamente mercantilizado a pesar de las desastrosas consecuencias sociales.
El inicio de las fiestas fue de traca. Agresiones y violencia machista que en muchas ocasiones son disculpadas por los organizadores, como por ejemplo el presidente de la Federación de Peñas, que llegó a asegurar que «fueron básicamente empujones y malentendidos en los que mediaron además integrantes de la comisión para que no fueran a más». Alguno de estos "malentendidos" acabaron con personas hospitalizadas y detenidas.
Destacando entre todos los hechos el que protagonizó un joven de Picassent que agredio a su novia menor de edad. Otros dos menores han sido noticia por consumo de alcohol, el cual les condujo al coma etílico, por lo que precisaron atención sanitaria. No nos debería extrañar esta lamentable situación, ya que la juventud ha sido asimilada hasta la médula por el consumismo. Ésta no es culpable sino víctima de una cultura que invita al exceso, al consumo sin fin.
Y como no, todo esto aderezado por unos "festejos" taurinos donde el maltrato animal está institucionalizado y avalado por el Ayuntamiento de Sagunto.
Por ello, desde la sociedad civil tenemos que dar una respuesta adecuada. Nuestras fiestas sirven de muestra para evaluar el estado de salud del Puerto de Sagunto. Si no ponemos fin a la violencia machista, consumismo, maltrato animal o a la mercantilización de los espacios comunes, nuestros barrios serán zona de guerra y nuestra vecindad la enemiga. ¿Realmente queremos vivir así?
Colectivos vecinales en el Barrio Obrero o el Barrio de los Metales nos muestran que otras fiestas son posibles,con actividades culturales, lúdicas e inclusivas, donde la creatividad y el respeto mutuo son parte de los valores principales.
Recuperar las fiestas populares es necesario en Puerto de Sagunto para mejorar nuestra educación social y trasmitir valores positivos a la juventud. Los comunicados, lamentaciones y demás acciones estéticas, que no varían nuestra ética, solo sirven para que políticos y acólitos se fotografíen para el periódico.